Por otro lado, con el objeto de incrementar la calidad del aire interior del edificio, se ha proyectado un recuperador de calor por cada una de las plantas. El caudal por persona se ha obtenido del método indirecto indicado en el RITE, mientras que la regulación de los equipos se realizará por medida directa de la concentración de CO2 como indicador de la calidad del aire, permitiendo así un amplio abanico de funcionamiento y evitando un despilfarro energético por exceso de ventilación.
La traducción de la palabra alemana Lebensmittel es alimento. La traducción literal implica algo mucho más amplio: medio para la vida . Dentro de su significado, al igual que en el castellano, se incluye la comida y la bebida. Pero, además, puede incluir el aire. Desde hace unos años, en Alemania, Austria y Suiza se viene diciendo que el aire es un Lebensmittel , un medio para la vida, poniéndolo al mismo nivel que pueden estar la comida y la bebida.
Los alimentos que ingerimos están sometidos a una serie de estrictas normativas destinadas a proteger nuestra salud. Pocas normativas serán tan exigentes. Y aun así, a veces ocurren accidentes, como son brotes puntuales de listeria, que comparados con la cantidad de alimentos que se consumen, resultan ser un porcentaje ridículo de los mismos, eso sí, con consecuencias potencialmente dramáticas.
¿Tenemos la normativa adecuada?
La Calidad del Aire Interior nunca ha llegado a estar al mismo nivel. El problema no es la falta de normativa, sino la ausencia de aplicación efectiva de la misma. Una norma siempre puede ser mejorada, pero si el pecado original es que no se aplica, es ahí donde hay que poner el foco. Y hay que incidir un poco más en el origen del problema: no se aplica porque en España, históricamente no se ha considerado la calidad del aire como un elemento a tener en cuenta a la hora de valorar los espacios interiores.
Tan poco interés suscita el tema, que en las últimas modificaciones realizadas en el RITE, este mismo año, se mantiene la referencia a UNE EN 13779:2008, que lleva anulada desde diciembre de 2018, habiendo sido sustituida por la UNE EN 16798-3:2018. Puede ser, que se quiera mantener el contenido, porque se considere técnicamente mejor que el de la nueva norma, pero en ese caso, siempre se puede copiar su contenido, limitar la aplicación de la nueva con restricciones normativas, y un largo etcétera de posibilidades. Lo que no tiene justificación, es que, en una modificación reglamentaria, sigan referenciando documentos anulados hace casi tres años.
Este marco normativo de aplicación general es el que nos encontramos para todo tipo de establecimientos cotidianos, como son, entre otros, comercios, oficinas, bares y restaurantes.
Los problemas en la aplicación
El problema con la aplicación de la norma surge a la hora de definir las necesidades de ventilación, y es que, cuantas más personas se consideren en el dimensionamiento, más grande es el sistema de ventilación y más costosa resulta la inversión. Al menos, de forma teórica, ya que, en la práctica, y más tras la pandemia de Covid-19, la calidad del ambiente interior deberá tomar un peso notable en la concesión de aforos.
Históricamente, la solución ha sido justificar administrativamente una ventilación natural que, seguramente, en el mejor de los casos, será insuficiente. Hay ayuntamientos que ya exigen una ventilación mecánica en caso de que consideren que la ventilación natural no va a funcionar. Y nuevamente hay pícaros que definen una ocupación del local a efectos de ventilación, que no tienen nada que ver con la ocupación real que puede llegar a existir, o con la ocupación prevista como requisito administrativo, que es el aforo.
La situación sanitaria actual demuestra que la forma más sencilla y segura de ventilar es un sistema de ventilación mecánica, con elementos de impulsión y de extracción que puedan garantizar una renovación total del aire de la zona ocupada. Es importante el matiz de la zona ocupada, puesto que existen diferentes formas de difusión para diferentes alturas, y utilizando el difusor equivocado, se puede estar ventilando la zona equivocada. Evidentemente, si la ventilación no es eficaz, no sirve para mejorar la calidad del aire, que es el objetivo final de la misma.
La limitación de aforos
Actualmente se limitan aforos para evitar la propagación aérea del virus. El aforo es una autorización administrativa que conceden los ayuntamientos, por lo que, en principio, no tiene nada que ver con el sistema de ventilación y, por tanto, con la calidad del aire. En los recintos en los que no exista una buena ventilación, la calidad del aire mejorará, pero en los recintos que hayan cumplido con la normativa a rajatabla, puede ser que la medida no tenga ningún impacto y, sin embargo, se vean igualmente perjudicados por la aplicación indiscriminada de la limitación de aforos.
El aire como medio para la vida
Hay que aumentar la exigencia de cumplimiento normativo, medir de forma fiable lo que sucede en locales, edificios y recintos para poder ajustar las limitaciones de aforo a las capacidades reales de cada uno de ellos.
No solo ahora que hay una emergencia sanitaria, sino que hay que mantenerlo en el tiempo, que una futura pandemia o una simple gripe estacional lo tengan más complicado a la hora de transmitirse en locales cerrados.
Todo ello pasa, inevitablemente, por una concienciación masiva -tanto en la ciudadanía, como en la administración- de la importancia de la calidad del aire. Debemos valorar el aire igual que se valoran los alimentos e igual que se valora la calidad del agua que bebemos.
Debemos considerar el aire un Lebensmittel.
Con la entrada en vigor del Real Decreto que regula la instalación de contadores individuales en edificios con sistemas de calefacción y refrigeración central, está surgiendo cierto revuelo en cuanto a su aplicación, su conveniencia y el ahorro que realmente supondrá.
Dijo Galileo: Mide lo que es medible y haz medible lo que no lo es
Los repartidores de costes son una pieza más en el rompecabezas que suponen las instalaciones antiguas. Supone una pieza importante, ya que permite concienciar al usuario final de la instalación térmica del uso que realmente está haciendo de la misma, y facturar de forma proporcional al consumo a dicho usuario final. Es una medida que por si sola no conlleva un ahorro, sino que ayuda a remover conciencias y bolsillos, que es lo que finalmente conducirá al ahorro.
Además, la instalación de un sistema de reparto de costes es una medida que puede integrarse en el sistema de regulación y control del edificio, que, con un buen pilotaje, puede mejorar sensiblemente las horas de uso de los generadores, así como el número de arranques de los mismos, obteniendo de esta forma una reducción del consumo y de las emisiones a la atmósfera.
Evidentemente, existen otras medidas de ahorro y eficiencia energética más directas y que provocan ahorros inmediatos por el simple hecho de estar implementadas. Dichas medidas, como pueden la eficiencia en la generación, en los circuladores o en los aislamientos, ya se han venido implementando por parte de instaladores y mantenedores, dado que los retornos esperados eran más fáciles de obtener y demostrar.
La implantación de un sistema de reparto de costes ha sido vista siempre con recelo por una amortización teóricamente difícil de demostrar, pero con unos casos de éxito perfectamente replicables, conseguidos por empresas que llevan décadas en el sector instalando este tipo de sistemas.
Conviene señalar también, que existen múltiples medidas, aún invisibles, que podrían ayudar aún más a la mejora de la eficiencia energética en la edificación, como puede ser un adecuado tratamiento de las aguas de los circuitos cerrados de calefacción, para evitar reducciones de las secciones de paso, perforaciones en las tuberías y fisuras en los intercambiadores o en los generadores.
Es importante buscar de forma equilibrada la eficiencia energética en una reducción de la demanda (en la que se pueden encuadrar los repartidores), en la generación (con integración, por ejemplo, de sistemas más eficientes o de energías renovables y regenerativas), en la distribución (bombas, tratamientos de aguas o aislamientos) y en los emisores (por ejemplo, haciendo un dimensionamiento adecuado de los mismos).
Desde ibingenia podemos asesorar en todas ellas conforme a la normativa actual vigente, así como al estado del arte, mediante diferentes manuales y normas de reconocido prestigio, como pueden ser las DTIE de ATECYR, la documentación de ASHRAE o las normas VDI de la Asociación de Ingenieros Alemanes.
Para más información: info@ibingenia.com
Es importante fijar la meta en atacar el problema desde el origen y no, únicamente, poner medios para evitar que aparezca. La corrosión es evitable en origen cumpliendo con las directrices de la norma.
En la puesta en marcha de los equipos de calefacción, así como tras cada llenado de la instalación, debe comprobarse que los parámetros que definen la calidad del agua en circuitos cerrados, permanecen dentro de los límites aceptados por la norma para evitar la corrosión.
Evitar la corrosión es tan fácil como poner los medios necesarios para evitar que aparezca, y ello se consigue empezando por medir los parámetros para dimensionar la existencia o la magnitud del problema.
Además, un circuito de calefacción libre de corrosión e incrustaciones, permite que los componentes de la instalación trabajen de forma más eficiente, permitiendo un aumento de la eficiencia energética. Por ejemplo, las bombas estarán en un punto de trabajo más favorable, cuanta menos resistencia pongan los filtros o las incrustaciones no deseadas en otros puntos de la instalación (tuberías, intercambiadores, calderas, etc.).
Entre sus servicios, ibingenia ofrece consultoría en detalle acerca del tema, tanto a ingenierias , como i nstaladores que lo necesiten, además de disponer del equipo necesario para la medida de la conductividad, pH del agua de la instalación, así como la dureza de la misma.
Infórmate en info@ibingenia.com
La implantación de este sistema se adelanta a la publicación del R.D. que obligará a la instalación de dichos repartidores en el futuro. Los vecinos implantarán el sistema para buscar un importante ahorro en los costes de calefacción y un adecuado reparto de costes.
Dicha implantación se realizará de acuerdo a la UNE EN 834 y la UNE EN 1434 de repartidores y contadores respectivamente, además de observar el cumplimiento del borrador de R.D., el DB HS 4 y el RITE.
Además se introduce la sección HS 6 Protección frente a la exposición al radón. El radón es un elemento radiactivo que se encuentra en la naturaleza y que proviene de la desintegración del uranio. En bajas concentraciones no es peligroso, pero los edificios muy estancos, como los edificios de consumo de energía casi nulo, pueden ser capaces de acumularlo y almacenarlo en sus sótanos y pisos más bajos, por lo que es necesario tomar las medidas prescritas en la nueva sección del Documento Básico HS Salubridad.
https://www.boe.es/boe/dias/2019/12/27/pdfs/BOE-A-2019-18528.pdf
www.codigotecnico.org
IbinGENIA participa en la redacción proyecto de reforma y ampliación del Centro Integrado de Formación Profesional de Tolosaldea redactando los proyectos de instalaciones de PCI y climatización, integrados en el proyecto del arquitecto Iñaki Retegi. En este caso se ha optado por sustituir radiadores por suelo radiante en la zona reformada, mientras que en la ampliación, por tratarse de salas multiusos dirigidas a la comunicación entre empresas y alumnos, con previsión de eventos también en verano, se instalará un sistema de VRV para frío y calor. La ventilación en ambos casos se hará mediante recuperadores estáticos con una eficiencia cercana al 80%.
El Centro Integrado de Formación Profesional Tolosaldea es un centro docente, público que se encuentra emplazado en el Barrio de Santa Lucia de Tolosa donde coexiste junto con otros centros docentes públicos (Samaniego Ikastetxea, IES Orixe), formando lo que se llama el complejo educativo Santa Lucia de Tolosa.
En Julio del 2001 el Departamento de Educación califica al IFPS Tolosaldea como centro de investigación y experimentación al objeto de desarrollar un proyecto, GUNEKA, de investigación de nuevas formas de organización y funcionamiento de centros que imparten Formación Profesional inicial y continua.
En julio de 2015 el Departamento de Educación lo designó como Centro Integrado de Formación Profesional. Este nuevo status jurídico permite que tenga mayor autonomía y se convierta en un centro de referencia.
Colabora además con Tknika en la difusión de la calidad, con las empresas del entorno y las administraciones públicas en el Sistema Vasco de Cualificaciones Profesionales, así como con el Servicio Vasco de Colocación LANBIDE.
Con esta reforma se busca un edificio más eficiente, con un menor consumo de recursos y en el que los alumnos puedan formarse con las instalaciones que lo componen.
Fuentes y más información:
www.tolosaldea.hezkuntza.net/web/guest/aurkezpena-eta-historia
Se trata de un edificio envuelto en una rehabilitación integral, con muy bajas transmitancias, tanto en fachada, como en las nuevas ventanas que se han instalado, en el que se busca una solución de alta eficiencia que minimice el consumo, tanto de energía primaria, como de energía final, y por tanto la factura energética, así como el impacto ambiental de la misma.
La solución técnica ha supuesto la instalación de bombas de calor de expansión directa VRV, con elevados COP y EER estacionales, aprovechando al máximo esta tecnología regenerativa, tanto en invierno, como en verano. Además, se han instalado recuperadores de calor de alta eficiencia (aproximadamente el 76% en las condiciones de trabajo habituales) para la ventilación del edificio, con la que se pretende aumentar la calidad del aire interior.